Ha llegado el momento

Tras un verano que ha batido numerosos récords de temperatura, en el que se han multiplicado en todos los continentes olas de calor prolongadas e incendios gigantescos, un verano que asiste a una de las mayores crisis humanitarias con una tasa de mortalidad cada vez más elevada entre los migrantes del Mediterráneo, se nos impone la realidad. Lo que vemos hoy es solo el tráiler de la película que viviremos durante los años que vienen si no reaccionamos masiva e inmediatamente. Ahora que empezamos a ver lo que nos espera, ¿despertarán nuestras conciencias? ¿seremos capaces de reaccionar, como es indispensable, para que la Tierra siga siendo habitable para los niños de hoy, a los que llevamos cada día a la guardería y a la escuela, cuando el planeta se degrada tan rápido?

En la mañana del 28 de agosto anunciaba su dimisión el ministro francés de la Transición Ecológica y Solidaria, Nicolas Hulot. Al explicar su renuncia, quiso destacar que nos quedan diez años para impedir que el planeta se convierta en una estufa, y subrayó que la política “de pequeños pasos” del gobierno francés no podrá detener el desastre anunciado. Instó a cambiar de escala, de paradigma para evitar fracasar dramáticamente.

No hay que negar la evidencia

Este mensaje se dirige a todas nosotras y todos nosotros: ciudadanos, militantes, representantes locales, responsables económicos y políticos. Ya hay muchos que avanzan en la dirección correcta. Por ejemplo, separar la basura de los residuos reciclables, implantar redes de carril bici o introducir algunos alimentos orgánicos en los comedores escolares o en casa. Sin embargo, si no queremos negar la evidencia ni mentirnos sobre la realidad de la situación, su gravedad y su urgencia, hemos de reconocer que nada de esto es suficiente. Desde que tuvo lugar la Cumbre sobre el Clima de 2015 (COP21), las emisiones de gases de efecto invernadero (principal causa del desorden climático) no solo no se han reducido, sino que se han incrementado tanto en Francia como a nivel mundial. No debemos limitarnos a cambiar nuestro comportamiento : hay que cambiar profundamente todo el sistema.

¿Qué decisión tomaremos?

Hoy debemos tomar una decisión clara e irrevocable. En los diez próximos años a partir de hoy, lo que hagamos o no, lo que decidamos o no, individual o colectivamente, nos llevará hacia un mundo en le que la temperatura aumentará  1,5 grados, 3 grados, 4 grados… para cuando los niños de hoy sean adultos.

Incluso si el aumento de la temperatura mundial se limita a 1,5 grados, las consecuencias que tendremos que afrontar serán más graves que las que ha atravesado el planeta en los últimos años. Pero podremos controlar la situación adaptándonos considerablemente.

A partir un aumento superior a 3 grados, nos espera un mundo desconocido en la historia de la Humanidad, y es muy posible que se traspasen todos los límites hasta que nuestra situación dé un vuelvo irreversible con consecuencias inmensas.

El calentamiento global afectará de forma trágica al ser humano y, en términos financieros, el coste será incomparablemente mayor a lo que supondría establecer desde ahora políticas de transición ecológica y social en todo el mundo. Por consiguiente, habremos provocado una situación irreversible en algunos territorios, que no podrá sino empeorar para las generaciones futuras, dado que sus consecuencias terminarán haciendo imposible la supervivencia de gran parte de la Humanidad en numerosos lugares del mundo.

Responsables ante la Historia

El 8 de septiembre, 150 000 personas se manifestaron en toda Francia, y muchas más lo hicieron en el mundo entero, en un llamamiento a intentar lo imposible para evitar lo impensable. Esta primera reacción tiene que prolongarse, pues permite la esperanza y nos invita a actuar.

Del 6 al 8 de octubre, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) celebrará una sesión plenaria en Corea del Sur para aprobar y dar a conocer las conclusiones del “Informe 1,5°C “ solicitado durante la Cumbre sobre el Clima de París de 2015. Este informe detallará los efectos del calentamiento global en nuestras vidas con un aumento de la temperatura mundial de 1,5°C, pero también analizará si aún es posible o si es poco probable mantenernos por debajo de este nivel, con todo lo que ello implica en términos del ritmo e importancia de los cambios que deberán llevarse a cabo desde ya.

Es probable que esta sea una de las últimas oportunidades de alertar y mobilizar a la opinión pública sobre lo que está en juego, el reto que tendremos que afrontar en los próximos años, durante los cuales aún podremos cambiar el rumbo de las cosas y limitar el cambio climático.

El mismo fin de semana, haciéndose eco del informe del IPCC, tendrá lugar en Bayona una concentración popular extraordinaria : Alternatiba 2018. Se hará oír alto y claro, para convertir esta alerta en una movilización general que ponga en marcha una auténtica metamorfosis ecológica y social y conservar así un planeta habitable. Una metamorfosis que puede activarse en cada uno de nuestros territorios, desde hoy, sin esperar que nuestros dirigentes nacionales e internacionales comprendan de una vez lo que significan las palabras responsable  e Historia con mayúscula.

Nos vemos en el festival Alternatiba, el sábado  6 y domingo 7 de octubre en Bayona, para celebrar que es hora de reaccionar, para arrancar la movilización general por el clima, la biodiversidad, la solidaridad internacional y la justicia social.

Los firmantes:

Geneviève Azam, economista
Pauline Boyer, Alternatiba
Michel Berhocoirigoin, exsecretario general del sindicato francés la Confédération Paysanne (Confederación Campesina) y ex-presidente d’Euskal Herriko Laborantza Ganbara
Damien Carême, alcalde de Grande-Synthe, Francia
Jean-François Caron, alcalde de Loos-en-Gohelle , Francia
Christophe Cassou, climatólogo, director de investigación
Florent Compain, Presidente de los Amigos de la Tierra-Francia
Cyril Dion, escritor, director de la película Demain (Mañana)
Michel Dubromel, Presidente de France Nature Environnement (Federación francesa de las asociaciones para la protecciónde la naturaleza y el medio ambiente)
Txetx Etcheverry, Bizi !, Alternatiba Bayonne
Susan George, Presidenta de honor de Attac
Bernadette Groison, Secretaria General de la Fédération Syndicale Unitaire (Federación Sindical Unitaria: FSU)
Nicolas Haeringer, Coordinador de campañas 350.org
Cédric Herrou, Agricultor, Vallée de la Roya
Christiane Hessel, Madrina  del primer Alternatiba
Jean Jouzel, Climatólogo
Jean-François Julliard, Director general de Greenpeace
Pierre Larrouturou, Ingeniero  agrónomo, Portavoz de Pacte Finance-Climat
Corinne Morel Darleux, Militante ecosocialista
Jon Palais, Action Non-Violente COP21 (Acción sin violencia COP21)
Philippe Quirion, Presidente de Réseau Action Climat (Red Acción Clima)
Thierry Salomon, Ingeniero especializado en energía, Vice-Presidente de la asociación négaWatt
Germain Sarhy, Village Emmaüs Lescar Pau
Marie Toussaint, Presidenta de Notre affaire à tous